Todo lo bueno se acaba

Y esta semana le decimos adios a una de las sagas que ocupado una parte bastante grande de mi vida. A pesar de que hacia años que sabiamos, gracias a los libros, como iba a acabar esta historia. Ver la última de las aventuras en la gran pantalla es el punto final definitivo. Yo he podido ir a ver ambas partes juntas al cine. Por supuesto... habiendo algo así ¿Como iba a conformarme con una sesión sencilla? No, no, no... no es mi estilo :P

Asi que el jueves, un día antes del estreno, pase cinco maravillosas horas disfrutando de la adaptación de Las reliquias de la muerte. Ha sido un placer y pronto, tan pronto como exista, se sumará a mi colección de packs el de Harry Potter. Lo merece ^^ y solo espero que no se columpien demasiado con el precio xD. Vaya, pensandolo bien, no va a ser tan pronto como exista... Mejor esperemos a que la cosa se rebaje un poco.

Otra cosa que he decidido que quiero tener es la serie de Doctor Who. Creo que también merece pagar por ella y la tienen en la fnac... Asi que solo me queda esperar una buena oferta y será mia *_*

Hablando de series, volví a engancharme a unas cuantas más y a devorarlas sin perdón xD. Pretty Little Liars fue la primera, una versión algo más oscura de Gossip Girl que la verdad es que empece a verla porque me apetecia alguna serie tonta y vaya, me ha enganchado. Tsk, soy debil. También me enganche a In plain Sight (Al descubierto en español) porque los protagonistas son fantásticos. Mary es un bicho, hacia tiempo que no veia una protagonista tan borde, tan brusca, tan... me faltan adjetivos ahora mismo xD Es un soplo de aire fresco.

Algunas empiezan y otras terminan. La semana pasada le dije Adios a Friday Night Lights y la recomiendo totalmente, aunque sé que no le gustaría a todo el mundo. Pero a mi las series sobre el espíritu de equipo, realistas, con sus más y sus menos, me encantan. Girando al rededor de lo que tiene que girar, el futbol. No es la tipica serie de adolescentes deportistas. Este es un equipo de verdad. Y en Texas. ¿Sabeis? Ultimamente me encanta eso de ver series ambientadas en distintos estados estadounidenses y ver las peculiaridades de cada uno de ellos. Sobretodo lo que se sale del tipico NY.

Pronto tocará hablar de la excursión a Nerja de ayer, pero hoy me apetecía hablar de Harry Potter, lo que llevó a otros vicios y claro... No puedo dejar de hablar del sentimiento agridulce que me dejó saber que ya no habría otra película, parecido al que sentí al leer el epílogo del último libro. Ese que siempre nos queda cuando sabemos que eso de lo que tanto disfrutabamos se acabo. Para siempre. Libros, Series, Películas... Nada puede seguir eternamente. Aunque una parte de nosotros lo desee con locura.

Lo prometido es deuda

Os estaríais preguntando donde estabamos mi receta y yo... Pues bien, vagueando. Porque este primer mes de vacaciones ha tenido mucho de eso, mucho. Ni siquiera hubo más recetas tras esta y eso que parecía que me estaba aficionando xD. Pero la cosa es que si que tengo ya en mente un par de cosillas más que quiero probar, asi que iba tocando pasarse por aquí.

De novedad esta el haberme sacado, al fin, el carnet de conducir. ¡Asi que festejemos! ¿Que mejor que un dulce para eso?

Bizcocho de frutos secos

Ingredientes:

* 125 g de mantequilla reblandecida.

* 1 cucharada de ralladura de limón.

* 275 g de azucar.

* 3 huevos.

* 225 g de harina.

* 1/4 de cucharadita de bicarbonato.

* 125 ml de leche.

* 1 cucharada de zumo de limón.

* 2 cucharadas de nueces picadas y 2 cucharadas de almendras picadas. (La verdad es que yo esto lo hago un poco así al gusto ^^)

* Cobertura: azucar glas y almendras laminadas o picadas.

Preparación:

Lo primero, como siempre, es ir calentando el horno a unos 180º. Para preparar el molde se puede forrar con papel de hornear pero yo prefiero el método de untar con mantequilla y espolvorear después con harina para comprobar que no se nos queda ni un huequito sin pringar. Un molde de unos 20 cm está bien, si es algo mayor o menor tampoco pasa nada, con la forma que más os guste o que tengáis a mano.

Para seguir mezclamos la mantequilla, la ralladura de limón y el azúcar en un cuenco pequeño, lo batimos con varillas eléctricas si tenéis y sino pues a mano como yo. (Necesito unas varillas. Mi brazo sufre.) La mezcla tiene que quedar ligera y esponjosa. Después vamos echando los huevos y batiendo entre cada uno de ellos.

Con una cucharada de madera añadimos los frutos secos, la harina, el bicarbonato, la leche y el zumo de limón. Cuando todo esté bien mezcladito lo vertimos en nuestro molde e igualamos la superficie de la masa, repartiendo después los frutos secos de la cobertura al gusto.

A la hora de hornear lo dejaremos en primer lugar 30 minutos, controlad que no se tueste porque no todos los hornos son iguales, y a continuación lo cubriremos con papel de aluminio antes de dejarlo 45 minutos más.

Y así de fácil, solo queda desmoldar, dejar enfriar sobre una rejilla y darle un toquecito con el azúcar glas antes de presumir de él. El mío causó sensación, pese a que los bizcochos están muy lejos de ser mi especialidad, así que animaos que es de los fáciles. ¡Y ya me contareis!

No han salido tan fotogénicas como me gustaría, pero ahí estan.